Una tarta de esas clásicas que siempre preparo, ya sea para festejar un cumpleaños, para reuniones de amigos o para darse el gusto simplemente, es de mis favoritas. La masa que se quiebra en la boca, la acidez de la crema de limón y el dulzor empalagoso del merengue, combinación perfecta. Lleva varios pasos, es cierto, pero no resulta difícil de preparar y yo sugiero que la hagan por lo menos 24 horas antes de consumirla porque recién hecha está demasiado fresca y se desarma al cortarla, al menos es lo que me ha pasado a mí cuando la quise apurar.
Ingredientes
Masa Quebrada:
Harina 0000 300 gr
Manteca 150 gr
Azúcar impalpable 120 gr
Yemas 3
Crema de limón:
Jugo de limón 200cc
Manteca 160 gr
Yemas 4
Huevos 2
Azúcar 200 gr
Merengue suizo:
Claras 140gr
Azúcar 280gr
Masa: Procesar juntos harina, azúcar impalpable y la manteca bien fría cortada en cubitos por unos minutos. Agregar las yemas y unir formando una masa blanda sin trabajar mucho. Envolver en papel film y colocar en heladera por lo menos 1 hora. Luego estirar y forrar el molde elegido. Volver a enfríar por 1/2 hora más y hornear hasta la cocción completa de la masa.
Crema: colocar todos los ingredientes en una ollita y llevar al fuego revolviendo continuamente hasta que espese. Enfriar cubriendo la superficie con film.
Merengue: Poner las claras con el azúcar en el bowl de la batidora y batir en forma manual sobre fuego directo o Baño María por unos minutos hasta que alcanza 40° de temperatura. Eso se mide con un termómetro de cocina o simplemente colocando los dedos en el batido, si no siento los granos de azúcar ya está. En ese momento pongo en la batidora hasta conseguir un merengue firme y brillante.
Armado: Sobre la masa ya fría colocar la crema de limón y cubrir con el merengue. Si les gusta un decorado más tradicional lo pueden hacer con manga y pico, si no simplemente con una cuchara. Algunos le dan un toque de horno o soplete para dorarlo, a mí me gusta blanco brillante.
A veces cuando preparo alguna mesa dulce hago una versión en vasitos poniendo la masa rota en trocitos en el fondo, luego una buena cantidad de crema y finalmente un copete de merengue. Bien frío, delicioso.
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