SOPA DE ARVEJAS

"Un plato de sopa es agua de color en donde se baña un fideo nadador" decía la canción de Pipo Pescador que nos enseñaron en el Jardín de Infantes, ufa cuántas décadas tengo, jaja!!!! Y así era para mí, formaba parte de esa brigada antisopas, las detestaba, nada más aburrido que un plato de sopa.
Pero los años te cambian, vieron y ahora ese plato humeante y oloroso que tengo delante de mis narices sabe a gloria, es reparador, te quita el frío, te reconforta, te da esa sensación de calorcito hogareño que tantas veces necesitamos. O sea nada como una sopita para pasar el invierno y si es como esta de arvejas ni les cuento, deliciosa y no se pongan en que hacer sopa es complicado porque no hay nada más fácil, la dejan lista cuando pueden y la tienen a mano cuando les agarra antojo.
Receta para esta época del año, para mimar y mimarnos, la encontré en la Revista Jengibre.
A tomar la sopa!!!!!!

Ingredientes
Arvejas frescas o congeladas    500gr
Cebollas de verdeo      2
Ajo 1
Caldo de verduras    1/2 litro
Sal y pimienta a gusto
Manteca y aceite c/n.

Picar las cebollitas y el diente de ajo y dorar en la olla donde van a preparar la sopa con un poco de manteca y aceite. Incorporar las arvejas y el caldo y llevar a hervor. Cocinar unos 10 minutos, salpimentar a gusto y poner en procesadora para obtener una crema intentando que queden algunos pedacitos de arvejas sin moler. Si les gusta menos espesa le agregan un poco más de caldo mientras la procesan.
Servir con una buena cucharada de queso crema y parmesano rallado por encima.
Traten de no usar las arvejas de lata porque no son tan sabrosas y si usan las congeladas primero siguen los pasos que indica el paquete para tenerlas listas para usar.