Salvo que sean alérgicos a las zanahorias no dejen de hacer este budín, es fantástico. Imaginé que sería una especie de carrot cake pero no, tiene otro sabor y es bien húmedo y ya quedó entre mis favoritos. Sigan el consejo de una amiga y prepárenlo, si no les gusta bueno, no lo hacen más y listo pero yo diría que va a ser un caballito de batalla cuando tengan que hacer algo rápido, novedoso y rico para la hora del té.
Esta receta la encontré en la revista del domingo de La Nación, es de un maestro pastelero llamado Néstor Reggiani a cargo de la tradicional confitería La Nueva Muguet en Villa del Parque.
Manos a la obra, a rallar zanahorias!!!
Ingredientes:
Manteca 100gr
Azúcar blanca 100gr
Azúcar negra 80gr
Huevos 2
Zanahorias 250gr ralladas bien finas
Ralladura de 1 naranja y de 1 limón
Almidón de maíz 30gr
Harina0000 90gr
Polvo de hornear 20gr
Sal 1 pizca
Jugo de 1 naranja y de 1 limón
Almendras 100gr
Pasas de uva 50gr
Batir la manteca con ambos azúcares hasta que esté cremosa. Añadir los huevos de a uno batiendo bien, las ralladuras y las zanahorias.
Agregar de a poco y en forma alternada los secos tamizados y los jugos.
Integrar bien e incorporar las almendras picadas groseramente y las pasas pasadas por harina para que no precipiten, ya saben.
Colocar en molde de budín con rocío vegetal y hornear a 180° unos 40 minutos.
Desmoldar y una vez frío glacear con una mezcla de azúcar impalpable y jugo de naranjas.
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