Esta torta bien fácil y riquísima, con los sabores de la infancia y de las comidas caseras la probé en la casa de mi amiga Eugenia, por eso la llamé así. Ella la trajo de su casa familiar en Córdoba y me gustó tanto que le pedí la receta para compartirla en el blog. Seguramente la pueden preparar ya mismo si tienen antojo de algo rico para la merienda porque se hace muy rápido y con ingredientes sencillos que todos tenemos en casa. A aprovechar las mandarinas que todavía quedan y están bien dulces y a cocinar.
Ingredientes:
Mandarinas 3
Huevos 3
Azúcar 1 1/2 pocillo
Aceite de girasol 3/4 pocillo
Harina leudante 3 tazas.
Colocar en la licuadora o en el mixer las mandarinas con su cáscara, sin las semillas, los huevos, el aceite y el azúcar y licuar todo hasta obtener una preparación líquida e integrada.
Luego agregar de a poco la harina tamizada e ir mezclando hasta tener una preparación homógenea. Regulen la cantidad según la consistencia, por ahí con un poco menos de harina está bien.
Colocar en molde con rocío vegetal y hornear hasta que esté cocida, unos 40 minutos aprox.
Yo usé un molde de 22cm y quedó bien alta. Pueden usar uno más grande o distribuír en dos moldes.
Una vez fría espolvorear con azúcar impalpable, o si la quieren un poco más producida cubrir con un glacé hecho con jugo de mandarinas o una ganache de chocolate.
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